La Conselleria de Sanidad actualiza sus recomendaciones para centros sanitarios ante un posible repunte de virus respiratorios, priorizando la protección de los más vulnerables y la continuidad asistencial en toda la Comunitat Valenciana.
HoyLunes – La prevención no siempre se ve, pero se nota. Y en el ámbito sanitario, cada pequeño gesto cuenta. La Conselleria de Sanidad ha remitido a los departamentos de salud de la Comunitat Valenciana una nueva instrucción en la que se recomienda el uso de mascarilla en determinados espacios asistenciales, especialmente allí donde la vulnerabilidad de los pacientes exige un nivel adicional de protección.
La medida llega en un momento de bajo nivel epidémico, con una incidencia de 787.8 casos por 100.000 habitantes, pero con la mirada puesta en los repuntes de virus respiratorios que suelen producirse en estas fechas. El objetivo es claro: reforzar la prevención sin generar alarma y garantizar que los centros sanitarios continúan funcionando con normalidad ante cualquier escenario.
La instrucción de la Dirección General de Salud Pública establece tres ejes principales:
Uso de mascarilla por parte de personas con síntomas mientras permanezcan en espacios compartidos.
Uso de mascarilla por profesionales sanitarios que atienden a pacientes sintomáticos.
Uso de mascarilla para profesionales, pacientes y acompañantes en áreas vulnerables, como:
Salas de tratamientos quimioterápicos
Unidades de trasplantados
Unidades de cuidados intensivos
Urgencias hospitalarias y de Atención Primaria
Estas recomendaciones buscan minimizar la transmisión de virus respiratorios en los ámbitos donde las consecuencias pueden ser más graves y donde la protección adicional resulta especialmente relevante.
Además, la instrucción permite que cada centro amplíe las medidas en función de su propia evaluación de riesgo, siempre bajo el criterio del Servicio de Medicina Preventiva. Esto garantiza un enfoque flexible, ajustado a la realidad de cada departamento.
Un Plan de Contingencia que prioriza la continuidad asistencial
Las recomendaciones se enmarcan en el Plan de Contingencia ante aumentos de infecciones respiratorias agudas (IRAs), un documento de referencia que la Conselleria ya ha remitido a todos los departamentos de salud.
Entre sus elementos principales destacan:
Estrategias de actuación según el nivel de riesgo
Medidas para asegurar la continuidad de la atención sanitaria
Orientaciones operativas para Atención Primaria y Hospitalaria
Protocolos para circuitos asistenciales internos
Recomendaciones actualizadas de Salud Pública
Con este plan, el Sistema Valenciano de Salud refuerza su capacidad para actuar de manera ordenada y eficaz ante las fluctuaciones estacionales que caracterizan a los virus respiratorios.
La vacunación: columna vertebral de la prevención
La Conselleria recuerda que la vacunación frente a la gripe y la COVID-19 sigue siendo una herramienta fundamental para reducir la transmisión y evitar complicaciones.
Desde el 3 de noviembre, los centros de salud han ampliado horarios, reforzado los circuitos de vacunación y facilitado la cita digital. A ello se suma el envío de SMS a los grupos prioritarios, así como campañas específicas en:
Residencias
Colegios
Centros de día
Centros de educación especial
Esta estrategia complementa las recomendaciones sobre mascarillas, consolidando un enfoque preventivo integral y coherente.
La responsabilidad compartida como camino hacia una sanidad más segura
Las decisiones en salud pública no buscan dramatizar, sino anticiparse. El refuerzo del uso de mascarillas en espacios concretos es una medida prudente, proporcionada y basada en la evidencia. Su propósito no es generar preocupación, sino proteger a quienes más lo necesitan y sostener la calidad asistencial en todo momento.
La Comunitat Valenciana se encuentra en una situación epidemiológica tranquila, pero la experiencia demuestra que la prevención temprana siempre es la mejor aliada para evitar complicaciones futuras. En un escenario donde los virus respiratorios conviven con nuestro día a día, la responsabilidad compartida —entre profesionales, pacientes y ciudadanía— es el camino más sólido hacia una sanidad segura, humanizada y preparada para cualquier desafío.
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